Jugar es una necesidad, y por medio de esta los niños y niñas integran diversas características en su desarrollo.

Habilidades motoras, lenguaje, desarrollo cognitivo, socio afectivo, exploración y adaptación al entorno.

Mediante el juego simbólico en la Primera Infancia, desde los 2 a los 8 años, niños y niñas le dan un significado personal a la realidad, estimula la creatividad y socialización en nuestros niñ@s, los lleva a crear nuevos mundos a partir de la representación de sus propias observaciones y reflexiones del mundo real-cotidiano, ayudándolos a desarrollar un montón de habilidades.

Este tipo de juego es necesario e infalible para todos los géneros, ya que la expresión de las emociones en l@s adult@s se gesta desde la infancia y limitar el la experiencia de un niño solo a un determinado tipo de juguetes, acotará sus experiencias, su visión del mundo y de lo que conoce. Si se le permite jugar a desarrollar actividades autónomas cotidianas, desde pequeño desarrollará estas herramientas y sabrá expresar los conceptos relacionados a ella.